Un ambiente sedimentario es una región donde se acumulan los sedimentos. Cada uno de estos ambientes se caracteriza por una combinación particular de procesos geológicos y condiciones ambientales. Entre las características físicas de los ambientes sedimentarios se incluyen, además de los parámetros geográficos y climáticos de la zona, los aspectos dinámicos que los condicionan, como la velocidad, la dirección o las variaciones en el movimiento del fluido. Respecto a las características químicas, hay que considerar el pH del medio, la composición geoquímica de la roca madre y la interacción química entre el sedimento y el ambiente, principalmente en los medios subacuáticos. En cuanto a las características biológicas, es necesario atender a la influencia de la flora y la fauna sobre los procesos sedimentarios, así como a las correspondientes interacciones con el ambiente que pueden motivar la individualización de un medio sedimentario concreto.
Tipos de ambientes sedimentarios
Los ambientes sedimentarios se clasifican tradicionalmente en tres grupos: continentales, marinos o de transición, cada uno de los cuales tiene varios subambientes específicos.
Ambientes continentales: Los ambientes continentales están dominados por la erosión y la sedimentación asociadas a corrientes. En algunas regiones frías, las masas de hielo glacial en movimiento sustituyen al agua como proceso dominante, mientras que en las regiones áridas el viento asume mayor importancia. Por tanto, es evidente que la naturaleza de los sedimentos depositados en los ambientes continentales recibe una fuerte influencia del clima. Entre ellos se encuentran el ambiente aluvial, el eólico, el lacustre, el fluvial y el glacial.
Ambientes marinos: Los ambientes marinos someros alcanzan profundidades de unos 200 metros y se extienden desde la orilla hasta la superficie externa de la plataforma continental. El ambiente marino profundo se encuentra mar adentro, a profundidades superiores a los 200 metros más allá de la plataforma continental. Destacan el arrecife, el abisal, el talud, el fondo oceánico y la plataforma continental.
Ambientes de transición: Se encuentran situados en la zona límite entre la tierra y el mar, destacando la presencia de sedimentos de aportación tanto continental como marina. La fuerte intensidad de la sedimentación da lugar a cambios continuos por la morfología y la delimitación de la línea de costa, por lo que estos ambientes son de gran complejidad y, en muchos casos, de difícil clasificación. Los más importantes son el deltaico, las albuferas y las playas.
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