En los últimos años, el alarmante aumento de la población de medusas en nuestras playas supone un verdadero problema tanto para los bañistas como para el turismo en general. Dicho aumento es debido a falta de depredadores naturales causada por la sobreexplotación pesquera y las condiciones ambientales cambiantes, que están favoreciendo la proliferación de estos organismos. Aunque hay muchos tipos de medusas, los escifozoos son las medusas propiamente dichas y a ellos le dedicaremos esta entrada.
Los escifozoos son una clase de cnidarios que tienen una fase de pólipo muy corta y reducida, predominando en ellos la fase adulta con forma de medusa. Son de tamaño variable dependiendo de la especie, tienen una umbrela con forma acampanada, varios brazos orales con función alimenticia y presentan tentáculos recubiertos de cnidoblastos, unas células que segregan una sustancia urticante que utilizan para la defensa y la captura de presas.
A continuación encontrarás una lista con las escifomedusas más comunes de nuestras playas para que puedas identificarlas y conocer su peligrosidad.
Las medusas más comunes de nuestras playas
Medusa luna (Aurelia aurita)
La Aurelia aurita es una medusa de tamaño considerable, alcanzando su umbrela un diámetro situado entre los 25 y los 40 centímetros. Es de color blanquecino con tonos azulados y la forma abombada del cuerpo recuerda a una sombrilla o a una semiesfera. Esta medusa resulta fácilmente identificable por las cuatro gónadas con forma de herradura apreciables en la parte superior de la umbrela y por sus cortos tentáculos.
Se desarrolla especialmente bien en aguas de tipo salobre, como los golfos y bahías que reciben aportes de aguas continentales, y prefieren las aguas frescas, con temperaturas comprendidas entre los 9 y los 19 grados centígrados. Es bastante común en el Mar Menor.
Peligrosidad: la umbrela de la Aurelia aurita no es urticante, pero sus tentáculos sí. No obstante, la picadura de esta medusa es prácticamente inocua y normalmente sus células urticantes no suelen causar molestias en las personas más allá de una ligera sensación de escozor.
Medusa aguamar o de compases (Chrysaora hysoscella)
La Chrysaora hysoscella es una medusa de tamaño mediano con una umbrela que mide entre 15 y 30 centímetros de diámetro y que se identifica rápidamente por su tonalidad anaranjada y su diseño radial característico formado por dieciséis marcas de color marrón en forma de V invertida que parten desde el centro del animal. Tiene veinticuatro tentáculos agrupados de tres en tres que pueden llegar a medir varios metros de largo y que la medusa puede extender y contraer voluntariamente.
Esta medusa prefiere aguas más frías que el resto de medusas, aunque también tolera temperaturas bastante elevadas. Debido a su mecanismo de propulsión, no se aleja de la línea de costa, siendo visible en el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico nororiental, aunque no es demasiado frecuente en España.
Peligrosidad: la Chrysaora hysoscella es una medusa cuya picadura resulta bastante dolorosa, causando picor y escozor intenso al principio, para dar paso después a edemas, verrugones y lesiones en la piel que pueden tardar cierto tiempo en desaparecer.
Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata)
La forma aplanada y el color de la umbrela de la Cotylorhiza tuberculata recuerdan a un huevo frito, característica que concede su nombre a esta medusa y constituye su rasgo de identificación más común de esta especie. La umbrela tiene un tamaño comprendido entre los 15 y los 25 centímetros y posee una protuberancia en el centro de color más oscuro. Tiene un anillo de tentáculos cortos de tonos blanquecinos, amarillentos y morados dispuestos en forma de círculo.
Prolifera en aguas cálidas y resulta fácil verla cerca de la superficie del mar, formando grandes grupos que hacen acto de presencia a finales de verano y durante los primeros meses de otoño en la zona sur del Mediterráneo, especialmente en el Mar Menor.
Peligosidad: la capacidad urticante de la Cotylorhiza tuberculata es relativamente baja debido a sus cortos tentáculos y la baja concentración de cnidocitos en los mismos. En caso de picadura, los efectos no van más allá de la irritación de la piel y el picor. La umbrela es inocua.
Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca)
La Pelagia noctiluca es una de las medusas más conocidas de nuestras costas. Se trata de una especie de tamaño mediano, con forma de seta abultada y un diámetro de umbrela comprendido entre los 10 y los 20 centímetros. Es transparente con un tono marrón en individuos juveniles, que se vuelve rosado al alcanzar la fase adulta. Esta medusa posee pequeñas verrugas de color marrón por todo el cuerpo. Tiene cuatro brazos orales y ocho finos tentáculos relativamente largos que son difíciles de ver en el agua. Es luminiscente si se encuentra sometida a presión ambiental.
Es una especie pelágica y crece muy rápidamente en todo tipo de aguas, por lo que es muy común encontrarla formando densas masas que se acercan a las costas arrastradas por la corriente. Durante los meses de primavera y verano es muy abundante tanto en el océano Atlántico como en el mar Mediterráneo, donde prolifera especialmente bien en la Costa del Sol y la Costa Tropical.
Peligrosidad: la Pelagia noctiluca es una especie bastante problemática para el ser humano por su abundancia y sus picaduras que, además de ser muy dolorosas y causar irritaciones bastante intensas, pueden ocasionar úlceras. Su veneno puede producir náuseas, vómitos, parálisis del cuerpo, calambres musculares o problemas respiratorios serios que pueden durar incluso semanas.
Medusa aguamala (Rhizostoma pulmo)
La Rhizostoma pulmo es una de las grandes medusas del mediterráneo, con un tamaño máximo registrado de un metro de diámetro, aunque lo habitual es encontrar ejemplares de unos 50-60 centímetros. La umbrela tiene forma acampanada y es de color blanquecino con los bordes azules. Esta medusa no tiene tentáculos, sino ocho brazos orales que se unen a la umbrela en una estructura que recuerda a una coliflor.
Esta especie también es pelágica y puede encontrarse tanto en aguas abiertas como someras formando parte de grandes grupos que habitan cerca de la línea de costa. Es frecuente en el este del Océano Atlántico y también en el Mar Mediterráneo desde finales de la primavera hasta principios de otoño.
Peligrosidad: la Rhizostoma pulmo tiene una peligrosidad media. Su picadura es molesta e irritante pero no tiene efectos dermatológicos graves. En caso de contacto, no suele dejar marcas en la piel, pero el dolor es bastante persistente. También libera toxinas con efecto urticante que pueden afectar a la piel si uno se encuentra cerca del animal.
Bibliografía
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- Species – Jellyfish Research South Spain. (2018). Retrieved from http://jellyfishresearchsouthspain.moonfruit.com/especies-species/4588865667
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