Monofilia, parafilia y polifilia
Monofilia, parafilia y polifilia

Monofilia, parafilia y polifilia

Los organismos o especies que comparten estados derivados de un carácter constituyen subconjuntos internos del grupo denominados clados. Un clado corresponde a una unidad de ascendencia evolutiva común e incluye a todos los descendientes de un determinado linaje ancestral. Dentro del grupo de estudio, los clados adoptan una disposición jerárquica en la que unos están incluidos en otros, lo cual se representa mediante diagramas ramificados denominados cladogramas. Es importante resaltar que el cladograma es solamente un instrumento formal para indicar la jerarquía de clados y no equivale a un árbol filogenético, aunque se usa como una primera aproximación a este.

La relación entre un taxón y su correspondiente cladograma o árbol filogenético puede tomar tres formas.

Monofilia: Un taxón es monofilético si incluye al antecesor común más reciente del grupo y a todos los descendientes de tal antecesor, considerándose que todos los organismos incluidos en él han evolucionado a partir de una población ancestral común. Por ejemplo, se cree que las aves y los reptiles descienden de un único ancestro común, luego este grupo taxonómico es considerado monofilético.

Parafilia: Un taxón es parafilético si contiene al ancestro común más reciente del grupo y a algunos, pero no a todos, de sus descendientes. Por ejemplo, los reptiles actuales como grupo también tienen un ancestro común a todos ellos, pero este grupo no incluye a todos los descendientes de tal ancestro porque se está dejando a las aves fuera, por lo que este grupo es considerado parafilético.

Polifilia: Un taxón es polifilético si no incluye al antecesor común más reciente de todos los miembros del grupo. Este último grupo no se admite en la sistemática actual, lo que tiene profundas consecuencias en la clasificación moderna de los organismos. Un grupo que incluyera a los vertebrados de sangre caliente contendría solo a los mamíferos y las aves y sería polifilético, porque entre los miembros de este agrupamiento no está el más reciente ancestro común de ellos.

La taxonomía formal de los organismos usada hasta hoy día se estableció siguiendo los principios de la sistemática evolutiva (basándose en la ascendencia común y la adaptación evolutiva) y ha sido revisada recientemente según los principios cladistas (aceptando solamente el criterio de la ascendencia común y basándose en los cladogramas de los diferentes grupos), aunque solo de manera parcial. La aplicación del cladismo tiene el efecto inicial de recolocar los grupos parafiléticos con subgrupos monofiléticos, sin alterar sustancialmente el resto de la taxonomía.

Sin embargo, una revisión exhaustiva de la sistemática según sus principios haría necesarios profundos cambios, uno de los cuales sería el abandono de los taxones linneanos. Esto genera problemas en la agrupación de los seres vivos en cinco reinos. Si bien pueden respetarse los reinos Plantae, Animalia y Fungi por ser monofiléticos, los protoctistas resultan ser polifiléticos y los moneras, parafiléticos. Estos dos grupos son, por tanto, inaceptables para una clasificación cladista. De acuerdo con los últimos estudios sobre el parentesco, las antiguas denominaciones de los cinco grandes grupos ya no pueden utilizarse para caracterizar las líneas de descendencia monofiléticas. Estos términos sirven, en todo caso, para denominar tipos de organización y en ese sentido deben ser usadas. Tales tipos de organización comprenden a veces grupos totalmente heterogéneos en cuanto al parentesco y dividen, en no pocas ocasiones, conjuntos monofiléticos estrechamente emparentados.

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